Suero
Descripción
En el ámbito de la farmacia, el término «suero» abarca una diversa gama de soluciones líquidas formuladas para mantener o restaurar el equilibrio hídrico y la salud en distintas partes del organismo.
Esta categoría se divide fundamentalmente en dos grandes grupos con finalidades muy diferentes:
- las soluciones de rehidratación oral, diseñadas para reponer líquidos y electrolitos a nivel sistémico
- las soluciones para el cuidado ocular, destinadas a la higiene, lubricación y confort de los ojos.
Ambos tipos de suero son herramientas de salud de primera necesidad, desarrolladas bajo estrictos controles de calidad para garantizar su seguridad y eficacia.
La correcta elección de cada producto es clave para abordar de manera efectiva situaciones como la deshidratación o la sequedad e irritación ocular.
Suero oral
El suero oral de rehidratación es una solución de composición específica diseñada para prevenir y tratar los estados de deshidratación leve a moderada.
Su uso es fundamental en situaciones que conllevan una pérdida excesiva de líquidos y sales minerales, como episodios de gastroenteritis con vómitos o diarrea, sudoración intensa o fiebre.
La formulación de un suero oral no es casual; se basa en las recomendaciones de organizaciones sanitarias y combina agua con una concentración equilibrada de electrolitos, como el sodio y el potasio, y glucosa.
La presencia de glucosa es crucial, ya que facilita el transporte y la absorción de sodio y agua en el intestino, haciendo el proceso de rehidratación mucho más eficiente.
Estos sueros suelen presentarse en formatos prácticos, como sobres de polvo para reconstituir, que aseguran una dosificación precisa y son aptos para toda la familia, incluyendo lactantes y niños.
Cuidado e higiene ocular
El ojo es un órgano sensible que requiere cuidados específicos para mantener su correcta función y evitar molestias.
Las soluciones oftálmicas estériles disponibles en farmacia cubren un amplio espectro de necesidades, desde la hidratación intensiva para el ojo seco hasta la limpieza y el alivio de la irritación.
Utilizar el producto adecuado garantiza una correcta higiene y contribuye a proteger la salud de la superficie ocular.
Hidratación para el ojo seco
La sequedad ocular es una condición muy común, a menudo provocada por factores ambientales, el uso prolongado de pantallas, la edad o ciertas condiciones médicas.
Se manifiesta con síntomas como picor, sensación de arenilla, enrojecimiento o visión borrosa.
El suero para ojos en formato de lágrima artificial está diseñado para combatir estos síntomas.
Su función es suplementar la lágrima natural, lubricando la superficie del ojo y proporcionando un alivio inmediato y duradero.
Estas soluciones de hidratación ocular se presentan en distintos formatos.
Los envases multidosis son prácticos para un uso continuado, mientras que las monodosis de suero fisiológico para ojos, al no contener conservantes, son una opción idónea para personas con ojos sensibles o para un uso esporádico.
Para casos de sequedad más severa o para una protección nocturna, existen formulaciones en gel de mayor viscosidad que crean una película protectora de larga duración.
Limpieza y suero fisiológico
La higiene ocular diaria es importante para eliminar partículas, alérgenos y otras impurezas que puedan causar irritación.
El suero fisiológico es una solución salina estéril e isotónica (con una concentración de cloruro de sodio del 0,9%), lo que lo hace totalmente compatible con los fluidos corporales y muy suave para el uso oftálmico.
Se utiliza para lavados oculares, para aliviar la congestión o como paso previo a la aplicación de otros tratamientos oftalmológicos.
Para una limpieza más completa, existen preparados específicos tipo lavaojos.
Estos productos suelen incluir un recipiente ergonómico (bañera ocular) que se adapta al contorno del ojo, permitiendo un baño ocular completo que arrastra eficazmente la suciedad y calma la irritación de forma inmediata.





