Ampollas

Las ampollas son una lesión cutánea muy común, especialmente en los pies.

Se manifiestan como una burbuja de piel elevada y llena de un líquido claro, y son la respuesta del cuerpo para proteger un tejido dañado por una fricción o presión continuada.

Aunque suelen ser una consecuencia de llevar un calzado inadecuado o de realizar una actividad física intensa como caminar o correr, su aparición puede causar un dolor considerable y limitar la actividad diaria.

El tratamiento adecuado de las ampollas no solo alivia las molestias, sino que también previene posibles infecciones y acelera el proceso de curación de la piel.

Qué son y por qué se forman

Una ampolla por fricción se forma cuando una capa superficial de la piel (la epidermis) se separa de las capas inferiores.

El espacio resultante se llena de un fluido llamado suero, que actúa como un cojín protector para el tejido que se encuentra debajo.

Este mecanismo de defensa natural protege la herida de una mayor presión y de la entrada de bacterias.

La causa más habitual de las ampollas en los pies es el roce constante de la piel contra el calcetín o el zapato.

Las zonas más propensas a sufrirlas son los talones, los dedos y las almohadillas de los pies, áreas sometidas a una mayor presión y movimiento durante la marcha.

La humedad, causada por el sudor, puede aumentar esta fricción y facilitar la aparición de la lesión.

El Tratamiento con apósitos específicos

Para el cuidado de las ampollas, la tecnología farmacéutica ha desarrollado soluciones avanzadas que van más allá de un simple apósito convencional.

Los apósitos de hidrocoloide, a menudo denominados de hidrogel, son una opción de tratamiento muy extendida. Estos apósitos actúan como una segunda piel, proporcionando múltiples beneficios.

El diseño y la formulación de estos productos son un claro ejemplo de Tecnología Farmacéutica aplicada al cuidado del paciente.

Su funcionamiento se basa en crear un entorno de curación óptimo.

Al entrar en contacto con el fluido de la ampolla, el material hidrocoloide forma un gel que:

• Absorbe el exceso de líquido.
• Mantiene un nivel de humedad adecuado que favorece la cicatrización.
• Alivia el dolor de forma inmediata al proporcionar un efecto de almohadillado que reduce la presión y la fricción.
• Actúa como una barrera impermeable que protege la herida de las bacterias, la suciedad y el agua, minimizando el riesgo de infección.

En Farmacenter, disponemos de estos apósitos para ampollas en diferentes tamaños, lo que permite un correcto ajuste a la lesión, ya sea en el talón, en un dedo o en la planta del pie.

Uso y prevención

La correcta aplicación del apósito es importante para su efectividad. La piel debe estar limpia y seca antes de colocarlo.

Como parte de la educación al paciente, se recomienda no explotar la ampolla intencionadamente, ya que la piel que la cubre actúa como una barrera estéril natural.

Si la ampolla ya se ha roto, se debe limpiar la zona con un antiséptico suave antes de aplicar el apósito.

El apósito de hidrocoloide debe dejarse en su sitio hasta que comience a desprenderse por sí solo, lo que puede tardar varios días.

La prevención es también una parte fundamental del cuidado de los pies.

Utilizar un calzado adecuado, asegurarse de que los calcetines estén secos y aplicar un apósito de hidrocoloide de forma preventiva en las zonas propensas al roce antes de una larga caminata puede evitar la formación de la ampolla.